Las normas para poder acceder al centro son las siguientes:
- Las edades de los niños deben estar comprendidas entre las 16 semanas desde su nacimiento hasta los 3 años. Si por necesidades especiales de los padres algún bebé necesitase entrar antes de esta fecha, tendría que ponerse en contacto con la Delegación para que aprobasen su incorporación al centro antes de las 16 semanas.
- Los padres deben rellenar la solicitud correspondiente para acceder al centro y adjuntar fotocopia de vacunación, y dos fotos tamaño carné de su hijo/a.
- El horario es de 07:30 de la mañana a 17:00 de la tarde, de lunes a viernes.
- El centro presta servicios de comedor, tiene un menú propio, dirigido por un equipo de profesionales y dietistas. Hay menús adaptados a niños/as con intolerancias específicas. Todo el personal está en posesión del correspondiente título para desarrollar la actividad del comedor.
- Tenemos un uniforme escolar para facilitar a las familias la vestimenta de sus hijos. No obstante, su uso no es obligatorio y recomendamos a las familias que permitan que sus hijos elijan la ropa para fomentar su autonomía.
- Integración del centro en su entorno
La concepción de nuestra escuela se basa en la integración del centro en la vida de nuestro entorno. No solo se establecen relaciones con los padres y madres de los niños y otros familiares, sino que contamos con todos los elementos del entorno que pueden facilitar nuestros fines educativos.
Nuestra escuela se caracteriza por ser una escuela abierta. Es por ello que tanto las familias como entidades del entorno, asociaciones, centros educativos, y otros colectivos están invitados a compartir con nosotros aquellas experiencias de vida que puedan enriquecer y optimizar el aprendizaje y desarrollo de nuestro alumnado.
Esta apertura al entorno es bidireccional, en el sentido de que también nuestro alumnado y educadores participan y conocen el entorno sociocultural mediante salidas y visitas a diversos lugares. Varios ejemplos de ello son actividades como paseos por el barrio de Santa Clara, juegos organizados en parques y jardines del barrio, visitas a escuelas del entorno, u otros lugares representativos del barrio. En estos espacios comunitarios tenemos la posibilidad de que observen y desarrollen conocimientos curriculares transversales sobre diversidad humana, coeducación, circulación vial, medioambiente, consumo, o valores como la paz y la convivencia.
Por último, queremos mencionar que ofrecemos actividades extraescolares dirigidas a niños y niñas de 0 a 3 años y familias. Algunas de estas actividades consisten en cursos específicos sobre desarrollo infantil 0-3 años, incluyendo contenidos como el establecimiento de los vínculos de apego, las normas y estimulación de la madurez y autonomía, el fomento de la buena conducta en casa, las relaciones con abuelos y resto de familia extensa, entre otros. Además, se ofrecen actividades extraescolares como Yoga para niños/as, modelado con barro, inglés, teatro, manualidades, etc., en las que se estimula también el uso del idioma inglés.
- Los profesionales
La dirección del centro y el resto de profesionales que aquí trabajan comparte las mismas inquietudes, principios, dinamismo, y ganas de realizar nuevas actividades e innovar.
El trabajo en equipoes nuestra forma de trabajo cotidiana para responder a las necesidades de aprendizaje y profesionalización. Posibilita el intercambio y contraste de ideas, y simultáneamente, es la base de un objetivo común: conjugar la tarea de todos para ofrecer a los niños/as y sus familias coherencia y unidad en el Proyecto Educativo. Este trabajo en equipo nos permite, a su vez:
- Un aprovechamiento racional de los recursos.
- La distribución de las tareas y la diversificación del trabajo.
- Riqueza de puntos de vista.
- La concesión de respaldo y apoyo a las iniciativas.
- La colaboración en la resolución de conflictos, en la toma de decisiones y en la realización de proyectos.
- La asunción de las funciones propias.
- El intercambio de información y experiencias.
- La negociación, el consenso y la corresponsabilidad en el desarrollo del Proyecto Educativo.
- La formación de personas tolerantes, abiertas y flexibles.
- La aportación de datos y conocimientos sobre las peculiaridades e intereses de todos los sectores educativos y del entorno escolar.
- Una mejora en el grado de satisfacción y en el clima de relaciones de las personas implicadas en el proceso.
Los profesionales que trabajan en el CEI Sensory Skills tienen como característica distintiva la sensibilidad en las relaciones que establecemos con al alumnado y sus familias, en la base de relaciones basadas en la confianzay el respeto. Los órganos de gobierno para el desarrollo de la vida del centro se estructuran del siguiente modo:
Entre sus funciones se encuentran:
- Dirigir y coordinar todas las actividades del centro.
- Ejercer la dirección pedagógica y asistencial e impulsar medidas para la consecución de los objetivos del proyecto educativo y asistencial.
- Garantizar el cumplimiento de las leyes y demás disposiciones vigentes.
- Ejercer la jefatura del personal.
- Convocar y presidir los actos académicos que se realicen y las sesiones del Consejo Escolar del Centro, así como ejecutar los acuerdos adoptados en el ámbito de sus competencias.
- Visar las certificaciones y documentos académicos del centro.
- Fijar las normas del Centro y los horarios.
- Llevar la administración y gestión del Centro.
- Mantener la coordinación con otras instituciones.
- Elaborar las programaciones pedagógicas, el Plan Anual del Centro, la Memoria Final, el Plan de calidad del Centro, etc.
- Gestionar los problemas que puedan surgir.
- Tratar de mantener un buen ambiente entre educadores y usuarios.
- Mantener e impulsar reuniones informativas con las familias.
- Supervisar la aplicación en cada aula de las programaciones didácticas.
- Controlar el seguimiento y evaluación del alumnado.
- Participar en las actividades extraescolares.
- Colaborar en la creación del Proyecto Educativo.
- Coordinarse con los educadores para la planificación e implementación de las actividades durante el curso académico.
- El equipo de coordinación educativa
Es el órgano de coordinación educativa y asistencial encargado de organizar y desarrollar las enseñanzas propias del primer ciclo de la Educación Infantil. Está formado por el conjunto de profesionales que realizan la atención educativa y asistencial directa al alumnado, presididos por la persona que ejerce la dirección del centro.
Son las personas responsables de cada grupo-clase. Permanecen como tutores del mismo grupo durante los tres años que dura el ciclo, sin perjuicio de otras propuestas organizativas y pedagógicas que puedan realizarse de acuerdo con lo que establezca el equipo de ciclo. Entre sus funciones están las siguientes:
- Tienen contacto diario con las familias del alumnado que asiste al centro, y atienden tutorías los miércoles de cada semana.
- Son responsables de informar a las familias y a la dirección del centro de la evolución de los niños/as.
- Organizan cuantas reuniones sean necesarias para el óptimo aprovechamiento de las actividades de aprendizaje.
- Coordinan sus acciones con las de los demás tutores y tutoras del ciclo, ofreciendo un marco educativo coherente para niños y niñas.
- Atienden las necesidades educativas específicas de cada alumno.
- Informan a las familias de todos los aspectos relacionados con el desarrollo de cada niño/a (alimentación, estado de salud, necesidades fisiológicas, higiene, desarrollo social, relaciones afectivas, desarrollo psicomotor, y avances cognitivos y lingüísticos).
- Fomentan la participación y colaboración de las familias en las actividades del centro en su propuesta, planificación, ejecución y evaluación.
Propuesta pedagógica
Fundamentación normativa
La Orden de 5 de agosto de 2008, por la que se desarrolla el Currículo correspondiente a la EI en Andalucía, señala en su artículo 5 sobre la autonomía de los centros, que estos cuentan con autonomía pedagógica y de organización para desarrollar modelos de funcionamiento propios. Un efecto de esa directriz es la concreción del currículo y adaptación a las necesidades de los niños y niñas, y a las características específicas del entorno social y cultural en que se encuentran.
El apartado 2 de la citada Orden indica que los equipos de ciclo han de concretar las líneas de actuación en una propuesta pedagógica, incluyendo las distintas medidas de atención a la diversidad que deban llevarse a cabo, de acuerdo con las necesidades de las niñas y niños, y en el marco establecido en el capítulo IV del Decreto 428/2008, de 29 de julio. Por último, el punto 3 de la Orden dice que los maestros o maestras, o los profesionales de la educación infantil concretarán, para cada grupo de niños y niñas, la propuesta pedagógica mencionada, planificando, de esa forma, su actividad educativa.
Objetivos de la Educación Infantil
Como indica el Decreto 428/2008, de 29 de julio, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la Educación Infantil en Andalucía, la Educación Infantil contribuirá a desarrollar en los niños y niñas las capacidades que les permitan conseguir los siguientes objetivos:
a) Construir su propia identidad e ir formándose una imagen ajustada y positiva de sí mismos, tomando gradualmente conciencia de sus emociones y sentimientos a través del conocimiento y valoración de las características propias, sus posibilidades y límites.
b) Adquirir progresivamente autonomía en la realización de sus actividades habituales y en la práctica de hábitos básicos de salud y bienestar y promover su capacidad de iniciativa.
c) Comprender y representar algunas nociones y relaciones lógicas y matemáticas referidas a situaciones de la vida cotidiana, acercándose a estrategias de resolución de problemas.
d) Representar aspectos de la realidad vivida o imaginada de forma cada vez más personal y ajustada a los distintos contextos y situaciones, desarrollando competencias comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.
e) Utilizar el lenguaje oral de forma cada vez más adecuada a las diferentes situaciones de comunicación para comprender y ser comprendido por los otros.
f) Aproximarse a la lectura y escritura a través de diversos textos relacionados con la vida cotidiana, valorando el lenguaje escrito como instrumento de comunicación, representación y disfrute.
g) Conocer y participar en algunas manifestaciones culturales y artísticas de su entorno, teniendo en cuenta su diversidad y desarrollando actitudes de interés, aprecio y respeto hacia la cultura andaluza y la pluralidad cultural.
Concreción de objetivos en el CEI Sensory Skills
En nuestro centro, al dedicarnos al trabajo durante el primer ciclo de EI, buscamos aproximar al alumnado a los objetivos finales de la etapaque han sido expuestos en el listado que aparece arriba.
Los profesionales del CEI Sensory Skills sabemos que las referencias a la importancia de las experiencias del niño en su contexto están muy presentes en la normativa que orienta el trabajo en la etapa de la Educación Infantil. Entre los objetivos, contenidos y principios metodológicos que fundamentan el trabajo en esta etapa, en la legislación vigente se mencionan aspectos relacionados con las experiencias del niño/a con el entorno y sus elementos.
En primer lugar, en los Objetivosgenerales de la etapa publicados en la Orden de 5 de agosto de 2008, por la que se desarrolla el Currículo correspondiente a la Educación Infantil en Andalucía, apartado d), se dice que la Educación Infantil contribuirá a desarrollar en los niños y niñas las capacidades que le permitan “observar y explorar su entorno físico, natural, social y cultural, generando interpretaciones de algunos fenómenos y hechos significativos para conocer y comprender la realidad y participar en ella de forma crítica” (p.21). Conocer el entorno y relacionarse con sus elementos no consiste únicamente en mostrar estímulos sensoriales al niño/a. Se busca la construcción por parte del aprendiz del conocimiento del entorno de forma activa, experimentando con los elementos del medio, disfrutando y construyendo competencias que favorezcan su desarrollo integral.
En segundo lugar, la importancia de la interacción con los elementos del entorno se expresa también en otros puntos de la citada Orden relacionados con los Contenidos. Un ejemplo es el trabajo en primer ciclo de infantil en los diferentes bloques de contenidos. En el primero de ellos, el del Medio físico, se dice que es fundamental que el entorno del niño facilite la interacción con objetos variados que potencien el desarrollo psicomotor, cognitivo-lingüístico, socioemocional y personal. Se pone como ejemplo la exploración de las características físicas de los objetos para tomar conciencia de las sensaciones, es decir, el efecto que tienen sobre el propio niño/a. Además, se destaca el papel del otro en esta estimulación mediante objetos para poner palabras a las agrupaciones de objetos que hacen los niños/as guiados por su discriminación perceptiva. Se entiende la interacción con objetos como oportunidad para el uso y asignación de los mismos al entorno cotidiano.
En los contenidos matemáticos del primer ciclo también se destaca el papel prioritario de lo sensorial y motriz vinculado a la acción sobre el medio, entendiendo que las matemáticas no se estudiana estas edades sino que se hacen. Por ello, la organización del espacio es entendida como una disposición de elementos del entorno físico y humano que permita al niño/a situarse y explorarlos de forma autónoma. En estos contenidos matemáticos prima el conocimiento de nociones topológicas básicas como proximidad-lejanía, unión y separación, orden o sucesión, etc., que habrán de conocer y adquirir como consecuencia de su actividad exploratoria guiada por el adulto.
En los contenidos de la educación sensorial y artística también se destaca el papel de las experiencias sensoriales como vía para el aprendizaje y desarrollo del alumnado de infantil. Se indica que desde la escuela hemos de favorecer experiencias donde los procesos perceptivos y sensoriales se pongan en juego, y se dice que son fundamentales desde el nacimiento y especialmente importantes en la etapa de la Educación Infantil.
Por último, los principios o criterios metodológicosse refieren también a lo sensorial e interactivo. Estos principios lo son para el conjunto de la etapa y se dice que deben contextualizarse según las características de cada grupo de niños y niñas. Varios de ellos se refieren directamente a las experiencias del niño/a, como el número 3 sobre el juego, considerado instrumento privilegiado de intervención educativa; el 4, sobre la actividad, la observación y la experimentación del niño como herramientas para el aprendizaje y desarrollo; el número 5, que se centra en la importancia que tiene la configuración del ambiente como marco para el trabajo educativo; o el número 6, sobre los espacios y los materiales como soporte para la acción, interacción y comunicación. Respecto a este último principio, se destacan dos aspectos sobre los que nuestra escuela es especialmente sensible: Primero, el de la selección de materiales que ofrecemos. Decidir qué materiales vamos a utilizar es algo que debe planificarse, no una decisión improvisada. Se entiende que no hay que distinguir entre material de juego y material educativo. Son educativos todos los elementos y objetos de cualquier orden con los cuales los niños y las niñas interactúan y aprenden. El material es instrumento para la acción y las relaciones, orientado a la construcción y reorganización del conocimiento, tanto del mundo físico como del emocional y social; segundo, los criterios para la selección y uso de los materiales educativos y equipamiento. Entre ellos se destaca que apoyen la actividad infantil promoviendo la investigación, indagación, exploración, etc., pero que permitan la actividad de niños y niñas, es decir, que no la sustituyan. Materiales y equipamiento han de ser polivalentes, susceptibles de acciones, usos y experiencias diferentes según los intereses de quien los utilice, y adecuados a los diferentes ritmos –y estilos- de aprendizaje de los miembros del grupo. La variedad de estos materiales y equipamientos es el último criterio que queremos destacar. Deben estar pensados para optimizar el desarrollo de todos los planos que integran la personalidad infantil: motor, sensorial, cognitivo, lingüístico, afectivo, social y personal.
Además de la normativa y la apuesta por una escuela infantil con fines educativos, otro pilar de nuestro trabajo es la apuesta por la creación de entornos multisensoriales. Esta elección que hacemos no se basa exclusivamente en una creencia o gusto personal sino en la evidencia empírica que existe sobre la eficacia de los entornos multisensoriales para estimular el desarrollo y aprendizajede niños y adultos.
En Sensory Skills queremos potenciar el desarrollo y aprendizaje del alumnado mediante la estimulación multisensorial. Los materiales y recursos del centro nos permiten organizar rutinas cotidianas relacionadas con la estimulación de los sentidos para optimizar las habilidades sensoriales de los niños y niñas. Todo ello desde el trabajo en las tres áreas básicas de la etapa:
- Conocimiento de sí mismo y autonomía personal.
- Autonomía personal.
- Lenguajes: comunicación y representación.
Se conciben éstas con un criterio de mutua dependencia, debiendo ajustarse su desarrollo a las características de los niños y las niñas.
Principios metodológicos
La práctica educativa en Educación Infantil permite diferentes enfoques metodológicos, sin embargo conviene considerar algunas ideas fundamentales que han de sustentar la acción didáctica. Estos principios se ofrecen como referentes que permiten tomar decisiones metodológicas fundamentadas para que, en efecto, la intervención pedagógica tenga un sentido inequívocamente educativo. Los principios o criterios metodológicos se ofrecen para el conjunto de la etapa y deberán contextualizarse según las características de cada grupo de niños y niñas. Son los siguientes:
- Enfoque globalizador y aprendizaje significativo
La globalización la entendemos como una perspectiva que orienta, impregna y condiciona el trabajo en la escuela infantil tanto en la planificación de la intervención educativa como en el modo en el que el alumnado debe acercarse a los conocimientos para aprehenderlos. Nos referimos, por tanto, tanto al proceso de enseñanza como al de aprendizaje.
La significatividad y sentido de los aprendizajes requiere la conexión entre lo que el niño ya conoce y lo que ha de aprender, lo que le permite integrar conocimientos y aplicarlos a otras situaciones y contextos. En este proceso de construcción de significados es importante la interacción con las demás personas. Nuestros profesionales en educación guían este proceso ajustando las secuencias didácticas a las características y niveles de competencia de cada alumno/a.
- Atención a la diversidad
Supone reconocer que cada niño o niña es único e irrepetible y que la escuela debe ajustarse a sus características personales para dar una respuesta educativa personalizada e inclusiva. Esto implica flexibilidad en la programación didáctica con implementación de actividades variadas, lejos de las estandarizadas de ejecución colectiva simultánea, con resultados únicos, que suponen requerimientos uniformes para todos.
La atención a la diversidad exige relativizar la información que se posee del niño/a. Se valoran preferentemente los logros y progresos evitando atribuir etiquetas, calificativos y valoraciones en función de la conducta, comportamiento, capacidades y características personales, aspectos por otra parte, tan sujetos a cambios en estas edades. Especial atención merecen aquellos niños y niñas que presentan necesidades educativas especiales, que deberían identificarse y valorarse lo más pronto posible. Es importante la detección y atención temprana de sus necesidades, por ello, maestros y educadores se coordinan con otros profesionales, además de favorecer un ambiente especialmente afectivo. Se utilizan con ellos los recursos más adecuados para favorecer su desarrollo, siempre prestando tanta atención a los resultados como a los procesos que los originan.
- El juego, instrumento privilegiado de intervención educativa
El juego suele suponer para el niño situaciones placenteras y divertidas, carece de otra finalidad que no sea el propio juego, posee inmediatez en el tiempo, se suele realizar en total libertad y, muchas veces, está cargado de placer por el descubrimiento, la simulación y fantasía necesarios para crear mundos donde todo es posible. Estas características hacen que el juego afecte al desarrollo afectivo, psicomotor, social, cognitivo y lingüístico, de ahí su importancia para un crecimiento global y armónico. A través de los juegos, niñas y niños se aproximan al conocimiento del medio que les rodea, al pensamiento y a las emociones propias y de los demás. Por su carácter motivador, creativo y placentero, la actividad lúdica tiene una importancia clave en Educación infantil. El educador ha de potenciarlo en esta etapa y ser activo, estimulando los juegos motores, de imitación, de representación, expresivos, simbólicos, dramáticos, de tradición cultural y cooperativos, según el nivel de desarrollo del alumnado.
- La actividad infantil, la observación y la experimentación
Los niños y niñas de estas edades han de aprender haciendo, en un proceso que requiere observación, manipulación, experimentación y reflexión. Desde muy pronto, se planifican situaciones didácticas para que las acciones que el niño/a repita de forma espontánea, le lleven a descubrir efectos de esas acciones y a anticipar algunas de ellas. Por ejemplo, para el descubrimiento de sí mismo, se facilita que utilice todos sus sentidos y experimente sensaciones diversas. Del mismo modo, el contacto personal favorece el conocimiento de los demás. Por su parte, la experimentación con objetos y materiales va a permitir básicamente la indagación y el conocimiento de los elementos de la realidad tanto desde una perspectiva física como lógica y matemática.
Las situaciones didácticas a estas edades han de ser variadas y su duración debe estimarse en función del interés que susciten. Buena parte de ellas deberían suponer siempre un reto, y movilizar diversas capacidades en su realización. La planificación de las situaciones didácticas tiene en cuenta la consideración de agrupamientos diversos. El trabajo en grupos pequeños y la interacción entre iguales es imprescindible para el desarrollo intelectual, ya que permite que niños y niñas vayan tomando conciencia de que, a veces, existen desajustes entre lo que piensan y la realidad. La mediación del profesorado que ejerce la tutoría en este proceso de interacción entre iguales es fundamental.
- La configuración del ambiente: Marco del trabajo educativo
El ambiente educativo se refiere a elementos tanto físicos -materiales, espacio, tiempo-, como culturales -hábitos, normas, valores- y socioafectivos -relaciones e interacciones entre niños/as, familias y profesionales- que se dan en la escuela. La planificación y organización de los espacios de nuestro centro es fundamental para que se den los procesos de enseñanza-aprendizaje que fomentamos. Desde el momento en que llega una familia con su hijo al centro, los estímulos y espacios del centro lo invitan a sentirse acogidos. Justo después de la zona de entrada en la que se exhiben trabajos realizados por el alumnado, existe un área de descanso que favorece la interacción de la familia con su hijo/a en un entorno lúdico. Se trata de un espacio pensado para acogerlos, con un diseño semejante al de la sala de estar de cualquier familia, que les hace sentir como en casa y fomenta la confianza.
Asimismo, la acogida que se da a las familias por parte de los educadores también favorece estos principios, y permite que los niños/as no experimenten miedo ante el nuevo espacio y personas. Nuestros educadores solo inician la interacción con los niños/as, especialmente los mayores de 8-10 meses, después de un tiempo en el que este percibe en sus cuidadores que se trata de un entorno seguro, y lo hacen de forma progresiva, adaptándose a las conductas de apego que muestre cada niño/a.
- Los espacios y los materiales: Soporte para la acción, interacción y comunicación
Todos los espacios de nuestra escuela son potencialmente educativos. La organización de los mismos se hace desde la lógica de la coherencia entre ellos, de manera que en todos se permite y facilita la interacción entre el alumnado, y de este con maestros y familias. Se trata de un entorno seguro orientado a satisfacer las necesidades infantiles y los intereses de las personas que lo habitan, tales como el movimiento, el afecto, el juego, la exploración, la comunicación, la relación con otros, el aprendizaje cooperativo, etc.
Los materiales para el aprendizaje están organizados y son accesibles a niños y niñas para favorecer la autonomía. Tenemos especial cuidado con la estimulación visual y sonora, evitando sobrecargar de colores y objetos, para permitir que los más pequeños puedan detenerse, ayudarles a elegir según sus intereses y a no ser continuamente distraídos por nuevos estímulos.
Los tiempos y los espacios están organizados de forma estable, variada y flexible. La estabilidad permite que los niños y niñas puedan prever lo que va a suceder valiéndose de situaciones estables, en relación a algunos momentos de la jornada –llegada, descanso, comida, actividad- o a través de los materiales específicos en torno a los cuales los pequeños pueden organizar sus experiencias y construir puntos de referencia que apoyen su seguridad emocional. La flexibilidad, variedad y polivalencia de usos de materiales y situaciones hace posible la libre elección y la realización para distintas tareas, permitiendo así satisfacer las diversas, simultáneas y cambiantes necesidades y situaciones que acontecen dentro de la vida de un grupo.
La variedad de actividades educativas que deben realizarse con los niños y niñas aconseja que la distribución que se haga de los espacios, mobiliarios, materiales, etc., garantice una oferta diversificada y flexible, tanto en lo que concierne a los agrupamientos en las aulas -actividad individual, de pequeño grupo, de gran grupo-, como en lo referido a los tipos de actividad. El aula está organizada en zonas o espacios diferenciados de actividad o rincones: para el encuentro grupal, de biblioteca y lectura, de juego simbólico, de naturaleza, de construcciones, tecnológica, de expresión plástica o de actividades tranquilas. Ello contribuye al desarrollo de la autonomía infantil, ya que al existir diferentes posibilidades pueden elegir la que más se adecua a sus intereses y deseos.
En Sensory Skills contamos con materiales que apoyan la actividad infantil promoviendo la investigación, indagación, exploración, etc. Se trata de materiales polivalentes que permiten diferentes acciones, usos y experiencias, en función de los diferentes intereses de quien los utilice. Son variados, orientados al desarrollo de todas las dimensiones del desarrollo infantil: motor, sensorial, cognitivo, lingüístico, afectivo, social y personal. Son también, en la medida de lo posible, elementos de la vida cotidiana de la comunidad que, bajo supervisión de personas adultas podrán ser utilizados.
- El tiempo en Educación Infantil
En la organización de los tiempos diarios es importante establecer un marco estable que facilite la interiorización de ritmos, aportando seguridad y estabilidad, donde niños y niñas han de encontrar un tiempo suficiente para la satisfacción de sus necesidades -alimentación, higiene, reposo, actividad-. Al organizar la secuencia de tiempos diarios se tiene en cuenta un necesario equilibrio entre tiempos definidos por la persona adulta y tiempos donde niños y niñas puedan organizar libremente su actividad, dando oportunidad para iniciar-desarrollar-finalizar sus juegos.
En nuestro centro no establecemos diferencias entre tiempo de juego y de trabajo. Todo el tiempo que pasan en el centro es considerado tiempo educativo, tanto el que transcurre en el aula como el que se desarrolla en los patios y espacios comunes, y en las salidas fuera del centro.
- La educación infantil, una tarea compartida
En nuestro centro se promueve la participación y la relación activa entre la familia y la escuela, previendo tiempos en los que compartir dudas, opiniones, intereses y preocupaciones con otras familias y los profesionales del centro. Los educadores de Sensory Skills entienden que el contacto con la familia es fundamental para la educación del alumnado. Por ello se facilita la comunicación por todos los medios posibles, desde los encuentros diarios en la entrada y salida del centro, como mediante medios tecnológicos o reuniones de diverso tipo. Entendemos que solo es posible alcanzar el máximo nivel de los objetivos desarrollando un proyecto educativo compartido y co-construido.
Evaluación
Los procesos de enseñanza y de aprendizaje que se generan en la escuela de educación infantil necesitan para su desarrollo de la evaluación. La evaluación, como elemento del currículo, se entiende como la elaboración de juicios contrastados que permitan comprender y tomar decisiones útiles para la mejora de dichos procesos. Se trata de una actividad valorativa e investigadora inserta en el desarrollo de la acción educativa, que afecta tanto a los procesos de aprendizaje del alumnado como a la práctica docente, dentro de los proyectos educativos y contextos en los que se inscribe. Debe ajustarse a dichos contextos y a los niños y niñas en particular, y promover la participación de los sectores de la comunidad educativa directamente implicados en el desarrollo de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, principalmente la familia.
La evaluación en EI es global, continua y formativa, y tiene como referentes los objetivos establecidos para la etapa. En este sentido, el carácter de la evaluación es procesual y continuo, lo que implica su vinculación al desarrollo de todo tipo de situaciones educativas y actividades. Asimismo, la evaluación de los niños y niñas en educación infantil tiene como principal objetivo ofrecer información de cómo se está desarrollando el proceso educativo para una intervención más adecuada hacia la mejora. Para ello, la evaluación explica y describe los progresos que los niños y niñas realizan y las dificultades con las que se encuentran, así como las estrategias y recursos que se ponen en juego en dicho proceso. Esto permite el ajuste progresivo de la ayuda pedagógica a sus características y necesidades particulares por parte de los profesionales de la educación.
La educación infantil tiene por finalidad atender al progresivo desarrollo de todas las capacidades de los niños y niñas -desarrollo físico, afectivo, social e intelectual-, respetando los derechos de la infancia y atendiendo a su bienestar. Por tanto, la evaluación educativa tiene en cuenta globalmente todos los ámbitos de desarrollo de la persona, la singularidad de cada niño y niña, analizando y valorando sus procesos de desarrollo y aprendizajes, siempre en función de las características personales específicas de cada uno. La evaluación es eminentemente cualitativa y explicativa, ofreciendo datos e interpretaciones significativas que permitan entender y valorar los procesos seguidos por cada uno en los diferentes ámbitos de aprendizaje. La heterogeneidad existente en cada grupo de niños y niñas de educación infantil plantea la necesidad de la observación de los progresos de cada uno desde su punto de partida, de las estrategias de aprendizaje que moviliza, de las dificultades con las que se encuentra y los recursos de los que dispone para intentar superarlas, con el objetivo de facilitar el ajuste permanente de la intervención educativa.
En el proceso de evaluación es importante la relación constante con la familia para recoger información relevante sobre los procesos de desarrollo y los aprendizajes de cada niño y niña, así como para unificar criterios de actuación y coordinar las acciones. Las entrevistas con la familia son una de las principales técnicas para dicha coordinación. La continua evaluación de lo que acontece es realizada por el profesorado que ejerce la tutoría, preferentemente a través de la observación, ya que se integra en el proceso de enseñanza y de aprendizaje permitiendo obtener información útil para una permanente y rápida toma de decisiones. Es importante que la observación se dirija tanto a los niveles de desarrollo como a los aprendizajes de los niños y niñas -puntos de partida- observando su evolución -posibilidades- y previendo a las ayudas que necesitan para ello. El profesorado que ejerce la tutoría utiliza las distintas situaciones educativas para analizar los progresos y dificultades de los niños y niñas a fin de ajustar la intervención educativa para estimular el proceso de aprendizaje. Se concede especial importancia a la elaboración de documentación narrativa sobre la práctica docente y las experiencias de aula. Se avalan y fundamentan, de esa forma, las observaciones y valoraciones realizadas sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje. Los diarios de clase, entre otros instrumentos, son especialmente adecuados para esta etapa. Estos diarios recogen los datos más relevantes de cada jornada escolar -asistencia, situaciones educativas interesantes, registros de intervenciones de niños y niñas, recursos empleados, etc.- y la interpretación y valoración de los mismos. En las ocasiones que lo requiera será conveniente complementar las observaciones con otros procedimientos y técnicas, en algunos casos con otros profesionales de la educación, que contribuyan a obtener una visión más ajustada y completa de la realidad. Asimismo, se evalúa la planificación de la enseñanza, la práctica docente y el desarrollo del currículo en relación con su adecuación a las características específicas y necesidades educativas de los niños y niñas. Al evaluar los aprendizajes se tiene en cuenta la relación entre nivel de desarrollo conseguido sobre los objetivos, expresados en términos de capacidades, y las propuestas educativas planteadas. Por tanto, los criterios de evaluación son definidos por cada tutor o tutora teniendo en cuenta lo establecido por el equipo docente y los procesos de aprendizaje de cada sujeto, sus avances, posibilidades, dificultades y medidas educativas que faciliten dicho proceso.
Los criterios de evaluación deben ser, también, un instrumento de atención a la diversidad. Su formulación debe permitir evaluar las capacidades individuales de cada niña o niño. La evaluación tiene en cuenta el desarrollo de las capacidades y el logro de los objetivos marcados en el currículo teniendo en cuenta las posibilidades de cada niño y niña. Los criterios de evaluación que se establecen son referentes para toda la etapa educativa, concretando dichos criterios cada equipo educativo.